Los descuentos y promociones están a la orden del día en retail. Esto se debe a que la competencia es cada vez más feroz en la mayoría de los sectores. Por eso, los negocios tienen que estar continuamente ideando formas creativas de atraer nuevos clientes.
No obstante, hay determinados momentos del año donde tenemos la oportunidad de promocionarnos mejor, como el Black Friday. En este artículo, vamos a hablarte de varios tipos de descuentos y promociones que puedes aplicar para vender más.
Aunque los descuentos suelen implica una rebaja de precio para que nuestro producto resulte más atractivo, esta puede manifestarse de muchas formas distintas.
Dependiendo de cuál sea el objetivo final, te interesará más aplicar un tipo de descuento o promoción u otro. Estos son los más conocidos:
Descontar un porcentaje de la compra
En las rebajas de enero y las de verano, este suele ser el descuento estrella de los negocios retail. Consiste en restar un porcentaje del precio total del producto para hacerlo más barato para el consumidor. Este, puede ir desde el 10% o 20% hasta incluso el 50% o 60%, en función de tu objetivo de ventas y margen de beneficio.
La estrategia de descontar un porcentaje de la compra no suele aplicarse a la totalidad de productos, sino solamente a aquellos que más te interesa vender.
En ocasiones, algunos artículos o servicios funcionan mejor que otros, por lo que puedes aplicar más porcentaje a los que menos interesen al consumidor para darles salida.
Descontar una cantidad fija de la compra
Restar una cuantía fija es otro de los descuentos o promociones más utilizados. Tiene la ventaja de crear en el consumidor una sensación de que ahorro en su compra, pero aplicando quizás un descuento más bajo que en el porcentaje.
Si, por ejemplo, a una compra de 300€ le aplicamos un descuento del 15%, puede no parecer mucho. Pero si le decimos al cliente que se ahorra 45€, su sensación de beneficio será mucho mayor.
Ofrecer un producto gratis por una compra
Esta promoción puede venderse de muchas formas, siendo la más popular el 2x1 (paga uno, llévate dos). La mejor forma de rentabilizarla es elegir un producto barato pero atractivo para los clientes, y ofrecerlo de regalo por una compra mínima o por adquirir cualquier producto de la tienda.
De esta forma, incitarás a la compra sin renunciar a tu margen de beneficio. Todo aquello que se da gratis suele ser muy bien recibido por el consumidor.
Cupones con descuento o una cantidad para gastar
Los cupones son otra buena forma de incitar a las ventas. Al gastar una cantidad mínima, se ofrece al cliente un cupón de descuento para gastar en otra ocasión, o bien con una cantidad de dinero fija.
En todo caso, esta promoción es muy útil para fidelizar a tu clientela, asegurándote de que vuelven a gastar su cupón.
Realizar sorteos para atraer nuevos clientes
Los sorteos lo tienen todo para atraer a los clientes. Además de la posibilidad de obtener algo gratis, la emoción de participar es un gran aliciente para atraer a nuevos consumidores a tu negocio.
Es una promoción perfecta sobre todo para crecer en redes sociales, ya que puedes vincular la participación en el sorteo a que sigan tu canal, den «me gusta» a tu publicación, etc.
Ofrecer envíos gratuitos
Una promoción muy útil sobre todo en las ventas online, es la de ofrecer los envíos de forma gratuita. No deja de tratarse de un descuento, ya que al cliente le sale más económico comprar mientras la promoción esté activa.
Las promociones y descuentos mencionados hasta el momento son sencillamente opciones para que el cliente tenga algún tipo de recompensa por comprar.
Estas, pueden presentarse de distintas formas, como ya has visto, pero para que sean efectivas es necesario adaptarlas, tanto al consumidor como a tus propios objetivos.
Por ejemplo, si lo que buscas para mejorar tus ventas es ampliar tu cartera de clientes, puedes ofrecer una promoción (por ejemplo, un pequeño descuento) a cambio de que el cliente facilite sus datos.
Otra manera de ampliar esa cartera de clientes, es ofrecer descuentos a cambio de traer a un amigo al negocio. Imagina que tienes, por ejemplo, un salón de belleza en el que haces manicuras y pedicuras. Puedes dar un descuento en el precio a cambio de que el cliente traiga a una persona conocida para el servicio.
Si tus objetivos son otros, y quieres dar un empujón a tu tienda online a través de las redes sociales, es mejor vincular tus promociones a ellas.
Así, puedes hacer sorteos a cambio de mencionar a un amigo en una publicación, lo que te servirá para darte a conocer, o ofrecer cupones y descuentos a los tres mejores comentarios (con una temática establecida) para aumentar el engagement de tu perfil.
Es muy importante que las promociones y descuentos que ofrezcas tengan, por lo general, un carácter limitado. La temporalidad tiene una doble función: por una parte, si acostumbras a los clientes a un descuento, entenderán que se aplica por defecto y puede causar un efecto negativo si algún día lo retiras.
Por otro lado, saber que es limitado hará que tengan más ganas de aprovecharlo. En todo caso, recuerda que los descuentos y promociones son muy útiles para vender más, pero es importante que sea coherentes y, sobre todo, que calcules la inversión de llevarlos a cabo.
Si aumentan tus ventas merecerá la pena el gasto, pero, si no funcionan bien, debes tener muy claro cuánto te va a costar para minimizar las pérdidas.
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