Gastos y amortizaciones: principales dudas para pymes y autónomos


Abrir un negocio conlleva una responsabilidad económica. Y es que, en mayor o menor medida, tendrás que empezar a invertir para poder desarrollar tu actividad empresarial. No obstante, si eres emprendedor tendrás que afrontar después una serie de gastos y amortizaciones.

Te explicamos en qué consisten, qué diferencias hay, cómo se reflejan en tu declaración de la renta y otras principales dudas para pymes y autónomos.

Gastos y amortizaciones: dudas para pymes y autónomos

La factura energética de tu oficina, el ordenador portátil y la habitación para trabajar desde casa o los pagos a proveedores son algunos desembolsos que vas a tener que realizar como pyme, emprendedor o autónomo.

Hacer inversiones en determinados bienes o servicios es necesario, pero ¿qué son los gastos y amortizaciones? A continuación, te resolvemos todas las dudas que puedas tener al respecto.

En primer lugar, debes saber que desde el primer momento en que adquieres un bien, ya comienzas a amortizarlo. Dicho de otra manera, te beneficias de ello y puedes aplicar una deducción del IVA o IRPF por bienes de inversión necesarios para el desarrollo de tu actividad profesional.

Sin embargo, algunos bienes amortizables como tu coche de empresa o tu ordenador perderán parte de su valor con el paso del tiempo. Esto deberás tenerlo en cuenta a la hora de calcular los gastos que irán destinados al desarrollo de tu actividad empresarial.

Por lo general, las amortizaciones se incluyen de forma anual en tu declaración de la renta, dentro de los resultados financieros de la empresa. De esta manera, la inversión que hayas hecho en determinados bienes para tu empresa te los podrás deducir por varios años.

Amortizaciones declaración renta

Para la deducción del IRPF, el único requisito es que sean bienes materiales o inmateriales de un valor igual o superior a 300 €. Por su parte, la deducción del IVA solo se puede aplicar para bienes materiales de 3005,06 € o más.

Amortización contable y fiscal: qué diferencias hay

Como ya te hemos contado en otra ocasión, la amortización debe estar reflejada en el cierre fiscal y cierre contable al final de cada ejercicio económico. En España corresponde a los 12 meses del año. No obstante, por un lado tienes la amortización contable y, por otro lado, la amortización fiscal.

Qué es la amortización contable

Como su propia palabra indica, contables son todas aquellas amortizaciones que se pueden cuantificar. Según la Agencia Tributaria, en este grupo se incluyen inmovilizado material, intangible e inversiones inmobiliarias. Aquí te dejamos la tabla de amortización contable simplificada:

Grupo

elementos patrimoniales

coeficiente lineal máximo (%)

periodo máximo (años)

1

Edificios y otras construcciones

3

68

2

Instalaciones, mobiliario, enseres y resto del inmovilizado material

10

20

3

Maquinaria

12

18

4

Elementos de Transporte

16

14

5

Equipos para tratamiento de la información y sistemas y programas informáticos

26

10

6

Útiles y herramientas

30

8

7

Ganado vacuno, porcino, ovino y caprino

16

14

8

Ganado equino y frutales no cítricos

8

25

9

Frutales cítricos y viñedos

4

50

10

Olivar

2

100

Al calcular las amortizaciones, puedes conocer en qué estado se encuentra actualmente tu empresa y esto te ayudará a la hora de tomar decisiones. Además, recuerda que son deducibles en el pago de impuestos.

Además, serán aplicables una serie de cuotas e intereses durante un periodo de tiempo determinado para la amortización del capital. Tienes varios métodos para calcular la amortización contable:

  • Amortización lineal. La más habitual y sencilla para calcular tus gastos. Aquí el gasto siempre es el mismo por cada año de vida útil que tengan las amortizaciones.
  • Por unidades de producción. En este caso, el valor de tus amortizaciones disminuye en función del número de unidades o de horas que inviertas en las mismas. Por lo tanto, hay una depreciación de los activos de tu empresa.
  • Doble saldo decreciente / por dígitos de suma de años. La inversión que haces en los activos durante los primeros años es mayor, pero se reduce en los últimos años de vida útil de los mismos. Refleja que los primeros años son mucho más productivos que los últimos años.

Qué es la amortización fiscal

Es la cantidad destinada a compensar la depreciación de la amortización contable. Dicho de otra manera, del inmovilizado material e inmaterial.

Como te decíamos antes, se debe al desgaste de los activos por el paso del tiempo. De hecho, la amortización tiene un valor que no desaparece aunque un bien o producto no se haya utilizado.

Por lo tanto, siempre que cumplan con unas condiciones, estos podrán deducirse de los impuestos en la declaración de la renta. Por un lado, si el bien o producto se estropea por usarlo para el desarrollo de tu actividad económica o bien porque el bien se queda obsoleto y ya no puedes utilizarlo.

La amortización fiscal te permite saber qué tipos de gastos son deducibles por amortización. No obstante, fiscal y contable se complementan.

¿Y qué diferencias hay entre la amortización contable y la amortización fiscal? Pues la contable se refiere a las pérdidas y ganancias, pero depende de la depreciación de los activos en tu empresa.

Por su parte, la amortización fiscal de tus bienes debe ser calculada en función de la contable. Sin calcular una, no puedes conocer la otra. Ambos conceptos son muy importantes para evaluar el estado financiero de cualquier negocio.

Como siempre, en Yoigo Negocios te ayudamos a obtener el máximo beneficio en tu empresa y aumentar tus ventas. Si tienes cualquier duda, visita nuestra web o llama al 900 622 500 y déjanos informarte.