Cómo invertir tu dinero después de la jubilación, según expertos


Ahorrar es uno de los conceptos clave para conseguir los objetivos a largo plazo. Sin embargo, la mayoría de las personas se centran en hacerlo únicamente de cara a la jubilación. Pero… ¿ahí acaba la historia? La realidad es que no.

Invertir tu dinero después de la jubilación es clave para llevar una vida aún más cómoda cuando se termina la vida laboral.

Para ello, el asesoramiento patrimonial es esencial. La idea es gozar de la mayor salud económica posible. Por eso, aquí puedes encontrar cuáles son las mejores opciones de emplear tus ahorros cuando ya te hayas jubilado.

La planificación es el elemento central

El panorama mundial de la inversión para la jubilación está cambiando. Antes, la prioridad era invertir para la jubilación (acumular activos para usarlos en el futuro); sin embargo, con el envejecimiento de las poblaciones en Occidente y Asia, invertir para después de la jubilación ha cobrado más importancia.

Esta área está experimentando un notable crecimiento; en el Reino Unido se prevé que el mercado de desembolsos para la jubilación crecerá durante la próxima década más del 10% anual hasta alcanzar los 467.000 millones de libras esterlinas.

La enorme convulsión económica provocada por el brote de COVID-19 aumenta la probabilidad de que los tipos de interés se mantengan aún más bajos durante más tiempo; las fuentes de ingresos que antes se consideraban fiables, como los ingresos por dividendos procedentes de bancos y los alquileres de inmuebles, se han vuelto vulnerables.

Los recortes de dividendos han afectado a los fondos de rentas, mientras que algunos fondos inmobiliarios han echado el cerrojo, lo que impide a los inversores acceder a su dinero”, comenta Philip May, Director de Soluciones de Ingresos de Jubilación de Capital Group.

Estos factores podrían incidir considerablemente en la disposición de los jubilados para asumir un riesgo de inversión. Ante estas incertidumbres, ahora más que nunca es necesario disponer de un asesoramiento de inversión asequible y de alta calidad para ayudar a los inversores y orientarles hacia la construcción de carteras idóneas.

Planificar la jubilación es uno de los objetivos que comparten la mayoría de los inversores. Las malas previsiones sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones han hecho que, especialmente en los últimos años, los españoles se hayan concienciado mucho más sobre la necesidad de ahorrar y hacer crecer su patrimonio de cara al futuro.

Aunque gran parte de los esfuerzos por rentabilizar el ahorro giran en torno a este momento, lo cierto es que resulta complicado planificar y mantener el mismo nivel de vida durante la jubilación teniendo en cuenta cómo la esperanza de vida crece paulatinamente.

En estos casos, además de que es posible que no se haya acertado del todo con la planificación si no contábamos con la ayuda de un asesor financiero, es preciso estar alerta ya que la inflación sigue su curso, pudiendo llevar a nuestros ahorros a perder valor”, apunta Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank.

"Habrá que decidir si se desea disfrutar de lo acumulado a los 65 años, si se busca consolidar el patrimonio para rescatarlo a corto plazo, si se quieren obtener rentabilidades moderadas a 5, 8 o 10 años que compensen la inflación cuando la pensión se empiece a devaluar, o si se prefiere seguir invirtiendo a largo plazo para rentabilizar capital", comenta Salvador Duque, director nacional en la correduría Eurolloyd Ahorro y Protección.

Víctor Alvargonzález, socio de Nextep, señala: “en teoría hay que mantener el perfil conservador, puesto que sólo se vive de la pensión de jubilación y de los ahorros obtenidos, por lo que un control de la volatilidad debería ser fundamental para evitar ingresar menos que los gastos que se tiene cada mes”.

Las necesidades cambian después de la jubilación

En la etapa posterior a la jubilación, los inversores tienen necesidades muy distintas respecto a la etapa de acumulación. Ahorrar para el retiro suele implicar invertir de manera regular, normalmente deduciéndolo de la nómina de manera mensual, en un plan de contribución definida.

Para la mayoría de los inversores constituye una hucha que tiene poca importancia en el día a día, que es solo una pequeña reserva para el futuro”, apunta May. Sin embargo, en la jubilación los ahorros y los ingresos que puedan generarse de ellos son cruciales.

A falta de un sueldo, su hucha de fondos destinados a la jubilación constituye, en muchos casos, el grueso de sus finanzas. En la etapa de acumulación, la mayoría de los individuos tienen como objetivo sencillamente la apreciación del capital, pero en la fase de desacumulación sus objetivos financieros cambian radicalmente.

Lo normal es que traten de obtener ciertos ingresos a partir de sus activos, pero manteniendo su capital al mismo tiempo y, si es posible, obtener una revalorización continua del mismo”, afirma el experto de Capital Group.

El modo en que organicen sus inversores después de la jubilación dependerá de varios factores, según destaca José Luis Herrera, analista independiente: “en primer lugar, ¿con qué otros ingresos y activos pueden contar? ¿Tienen ingresos asegurados del Estado y de planes de pensiones definidos?"

"¿Cuentan con ingresos no asegurados procedentes de alguna otra fuente de rendimientos laborales? ¿Y de inversiones distintas a la jubilación, por ejemplo, alquileres de inmuebles? La magnitud de estos flujos de ingresos adicionales variará considerablemente de una persona a otra”.

En segundo lugar, según el experto, debemos determinar cuál es el patrón de gasto en la jubilación. "¿Tienen hipotecas pendientes de amortizar u otras deudas que deban saldar? ¿Qué estilo de vida esperan tener cuando se jubilen?"

Invertir para la jubilación debe dar respuesta a más incógnitas; los inversores se harán preguntas como “¿Cuánto tiempo viviré? ¿Existe el riesgo de que sobreviva a mis ahorros? ¿Debo reservar fondos para gastos de emergencia, por ejemplo, instalar un nuevo tejado para la casa o incluso contratar servicios asistenciales en la senectud?”.

Pasos que se deben seguir para invertir

Entonces, ¿qué pasos deberían dar los inversores de cada uno de estos grupos, previa consulta con sus asesores, para construir carteras que estén adaptadas a sus necesidades personales?

En primer lugar, se debe determinar qué tipos de inversiones son adecuadas para cada categoría. “Definir cada tramo en función del objetivo último del inversor allana el camino para identificar el activo más adecuado, ya sea proporcionar unos ingresos periódicos seguros, crecimiento del capital o conservación del capital”, concreta el experto de Capital Group.

Asimismo, los gastos de manutención diarios y predecibles deben venir cubiertos por un flujo periódico de ingresos seguros. Para muchos inversores, esto podría cubrirse con la pensión estatal, un plan de rentas de prestación definida promovido por el empleador o una renta vitalicia.

Estos flujos de ingresos son seguros y regulares y constituyen un buen medio para cubrir gastos periódicos que no suelen variar de un mes a otro”, resalta May.

Para los inversores que tratan de sufragar estos costes con fondos de su propia cuenta de pensiones, su instinto podría ser invertir en activos monetarios por defecto.

Sin embargo, las rentabilidades que ofrecen estos activos probablemente no basten para compensar la inflación, y los desembolsos de fondos que se realicen de una clase de activos sin potencial de revalorización ni de proporcionar unos ingresos periódicos significativos pueden agotar rápidamente las reservas de capital.

Una opción de inversión más adecuada podría ser una asignación complementaria que esté compuesta en gran medida por bonos”, profundiza May. Y es que la exposición a renta fija puede funcionar mejor para lograr tasas seguras de retiro (SWR, por su siglas en inglés), además de tener un notable potencial de conservación del capital.

De igual manera, los fondos para emergencias no están concebidos para ofrecer unos ingresos periódicos que permitan cubrir necesidades de gastos, por lo que el rendimiento no es necesariamente un factor a tener en cuenta.

No obstante, para revalorizarse por encima de los exiguos tipos de interés actuales, los bonos a corto plazo de alta calidad, que ofrecen una buena liquidez, podrían ser un complemento de las posiciones compuestas exclusivamente por activos monetarios”, concretan los expertos de RBC Capital.

Los fondos para contingencias también pueden servir para mitigar el riesgo de secuencia. “Las ventajas de tener una fuente líquida de fondos se han puesto de relieve con el reciente brote de volatilidad del mercado”, dice May.

Los inversores que poseen fondos para contingencias los podrían haber usado en periodos de volatilidad máxima para evitar retirar efectivo cuando el mercado se encuentra más deprimido.

La influencia del estilo de vida y las herencias

El gasto discrecional que recoge la categoría "estilo de vida" no tiene la misma necesidad de ingresos seguros y predecibles que los gastos de manutención diaria, por lo que conviene más tener activos cuyos flujos de ingresos y valores de capital sean variables. Habitualmente, esto podría hacerse con una combinación de acciones y bonos.

Por otra parte, los jubilados podrían tener una tolerancia a la volatilidad y capacidad de asumir pérdidas distintas, en función de sus prioridades de gasto en la jubilación. Generalmente los inversores con una mayor flexibilidad financiera suelen tener una mayor tolerancia a la variabilidad de las rentabilidades, lo cual puede verse reflejado en la combinación de activos subyacentes.

Si tomamos los grupos de inversores descritos al principio de este apartado, los incluidos en los grupos 'Amasar para el futuro' y 'Años dorados' son más propensos a tolerar una mayor variabilidad de las rentabilidades y, por tanto, podrían preferir destinar un mayor porcentaje de sus activos 'estilo de vida' a renta variable, asignando una cantidad menor a inversiones de renta fija”, expone May.

Una cartera de rentas equilibrada tiene el potencial de ofrecer ingresos procedentes tanto de dividendos de acciones como bonos, así como una capacidad mayor de apreciación del capital”, concreta el experto.

Para los inversores incluidos en el grupo “Familia y amigos”, podría ser conveniente tener una asignación a renta variable más modesta, ya que una asignación mayor a bonos les permitiría disponer de unos rendimientos más regulares, si bien este nivel de rentabilidad podría ir disminuyendo con el tiempo.

Por otra parte, las inversiones concebidas con fines de dejar una herencia están reservadas principalmente a aquellos que gozan de un mayor patrimonio, aunque una amplia gama de jubilados en muchos países procurarán tratar sus viviendas como bienes destinados a herencia.

Dónde invertir tras la jubilación

El siguiente paso, es saber cómo hay que construir las inversiones una vez se tienen en cuenta todos estos puntos. De este modo, los asesores patrimoniales aconsejan centrarse en compañías con buena política de dividendos.

Invertir en compañías que tengan una generosa política de reparto de dividendos permite al inversor obtener rentas periódicas sin asumir riesgos excesivos”, asegura Torre.

Con todo, antes de construir una cartera basada únicamente en la rentabilidad por dividendo, será conveniente analizar los ratios y el balance de las compañías, consultar las valoraciones de los expertos y, sobre todo, diversificar entre diferentes valores.

Otra opción son las propiedades inmobiliarias. Si contamos con más de una propiedad inmobiliaria lo recomendable será sacarles partido a esos inmuebles y fijar nuestra residencia en una única vivienda.

De este modo, podremos alquilar el resto de las propiedades, ahorrando en gastos fijos como los de suministro, y obteniendo rentas adicionales a la pensión”, afirma Herrera.

En la actualidad, la rentabilidad bruta por alquiler se encuentra en el 3,9%, según los últimos datos del primer trimestre del año publicados por el Banco de España.

Por último, los fondos de inversión también puede ser una buena opción incluso si nos acabamos de jubilar. “Dentro de estos productos una de las mejores alternativas puede ser los fondos de reparto de dividendos que, al igual que en el primer caso, garantizarán al inversor rentas recurrentes”, resume Torre.

Eso sí, es conveniente no olvidar que hay que tributar por dichos dividendos de forma periódica y que deberemos tener muy presente nuestro horizonte temporal a la hora de escoger este tipo de fondos”, agrega.

En conclusión, es necesario invertir una vez que te hayas jubilado, aunque hay que tener en cuenta muchos puntos. El éxito sigue residiendo en una buena planificación, así como ajustarse al perfil de riesgo.

Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital consulta con un especialista para que te asesore conforme a tus necesidades.