Activos que sirven de paraguas cuando las bolsas caen en picado


Los momentos en los que las bolsas caen en picado abren la puerta de las dudas sobre qué activos sirven para invertir, si es que los hubiera, para cubrirnos. La defensa a través de la selección de activos es fundamental para proteger nuestro dinero. Es decir, la búsqueda de un paraguas. Pero ¿qué quiere decir esto?

Cuando se habla de asignar activos a nuestra cartera de inversión para protegernos de los momentos en los que las bolsas caen en picado, se busca estar en productos en los que evitar las pérdidas y suavizar las rentabilidades. “Es el principal objetivo”, dice José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.

La idea es buscar un equilibrio entre rentabilidad y riesgo que nos proporcione una estabilidad en momentos convulsos. Los vehículos tradicionales tienden a darnos rendimientos negativos y, por tanto, hay que centrarse en opciones que podamos utilizar de paraguas. ¿Cuáles son estas posibilidades? ¿Qué tipo de activos?

Los gestores se centran en proteger el capital

Antes de nada, hay claves que debes conocer. Entre otras, cabe destacar cuál es el modus operandi de los gestores de fondos de inversión, que son los que están acostumbrados a navegar ante escenarios más adversos, cuando los mercados descienden sin control, como sucedió en marzo del 2020 a causa de la crisis del coronavirus.

En este sentido, la última encuesta realizada por Bank of America en la asignación de activos los gestores, resalta que estos han tomado la decisión de rebajar el peso de los cíclicos, con un mínimo en energía, y han dado más presencia en las carteras a activos defensivos, con un máximo en el sector de la salud.

El 90% de los encuestados por la entidad bancaria estadounidense considera que la mayor amenaza para la estabilidad de los mercados financieros es el riesgo de los impagos. Se trata del mayor nivel de preocupación por defaults de una década, con niveles similares al del mes de marzo de 2009, con la última crisis económica.

Con todo, el resumen es que hay posibilidad de protegerse y rotar las carteras de inversión hacia segmentos en los que se puede perder el menor dinero posible e, incluso, conseguir rentabilidades a largo plazo.

La protección del oro como refugio

Dentro de ese abanico en el que las manos fuertes se fijan para defenderse de las tormentas de la bolsa se encuentra uno de los activos que, de manera clásica, actúa como refugio: el oro.

De forma inicial, el metal dorado puede dispararse a medida que aumenta la volatilidad, como sucedió con la relacionada con la pandemia, pero su recorrido al alza rápidamente se corta por las mayores apuestas por la liquidez. Este vehículo se considera como uno de los más destacados para sortear las pérdidas.

Con el soporte por parte de los gobiernos y los bancos centrales, algunas firmas como WisdomTree y Bank of America creen que el oro buscará máximos históricos de aquí a final de año y que prolongará su racha mucho más allá.

Activos-proteger

De hecho, la entidad norteamericana aumentó su precio objetivo de 18 meses a los 3.000 dólares la onza desde los 2.000 dólares, concretando que las políticas de flexibilización en todo el planeta servirán como combustible en el largo plazo.

Desde el punto de vista de Florian Ielpo, Head of Macroeconomic Research de Unigestion, es recomendable la apuesta por el oro como estrategia defensiva. “El doble mazazo que ha asestado a la economía mundial el brote de Covid-19 y el desplome del precio del petróleo ha reverberado en todas las clases de activos”, lo cual respalda la tesis media de los analistas.

"Los inversores sienten que puede haber cierta desprotección"

Tal y como destaca Rafael Ojeda, analista macro de Fortage Funds, en cuanto al metal dorado como activo refugio, este repunte puede venir motivado porque ante este shock de oferta y demanda "los inversores sienten que puede haber cierta desprotección" y de ahí a que empiece a funcionar más como escudo con el que defenderse”.

Con todo, concreta que quizá algunas firmas estén interesadas en "inflar el precio del oro" ante las pérdidas por su inversión en la bolsa. Pero, en resumen, sí puede servir de paraguas para nuestro capital en momentos de crisis.

La deuda ofrece posibilidades como escudo

Otra de las alternativas por las que apuestan los expertos en escenarios adversos es en la inversión en algunos tramos de la deuda. En el mercado de bonos muchas gestoras están poniendo el foco en encontrar oportunidades.

De hecho, Fidelity International, en un último informe titulado “Riesgos de las rebajas de calificaciones cuando los zombis se convierten en ángeles caídos” destaca que se prevé que alrededor de 215.000 millones de dólares en bonos estadounidenses y 100.000 millones de euros en bonos europeos “vean revisadas a la baja sus calificaciones hasta high yield, de más riesgo durante este ejercicio”.

La gestora norteamericana apunta que el valor nominal de los bonos con calificación BBB ha crecido de forma constante desde la crisis financiera y más rápido que el mercado de bonos high yield. En Estados Unidos, el volumen de los bonos con calificación BBB3 en circulación equivale actualmente al 70% de todo el mercado de bonos de alta rentabilidad estadounidenses.

Siguiendo este esquema, Marty Dropkin, director global de análisis del área de Renta Fija de Fidelity International, señala: “El doble mazazo que ha asestado a la economía mundial el brote de Covid-19 y el desplome del precio del petróleo ha reverberado en todas las clases de activos”. El mercado de bonos high yield debe hacer frente ahora a un tercer golpe potencial: “una avalancha de bonos investment grade víctimas de revisiones a la baja de sus calificaciones”, agrega.

De ahí a que entidades como Blackstone están intentando recaudar 7.000 millones para su propio fondo de deuda de alto riesgo. Estrategia similar a PIMCO, que está intentando captar capital para su fondo de 3.000 millones de bonos high yield. En general, miles de millones que evidencian el apetito por el mayor riesgo. Es decir, apuestas con las que protegerse ante una recesión.

“La única razón por la que los inversores se van a bonos de mayor riesgo es que la Reserva Federal ha empezado a comprar este tipo de activos"

Para José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi, “La única razón por la que los inversores se van a bonos de mayor riesgo es que la Reserva Federal ha empezado a comprar este tipo de activos".

El Bitcoin se puede convertir en el nuevo metal dorado

Las criptomonedas, enmarcadas dentro de la revolución del blockchain, durante esta última crisis se ha convertido en objeto de debate, ya que algunos expertos creen que pueden funcionar como un activo refugio. Algo como un "oro digital". Sin embargo, otros expertos siguen mirándolo con falta de confianza porque aún las consideran como volátiles.

Sea como fuere, el comportamiento de las criptodivisas desde que se desató el último desplome del mercado ha seguido el mismo patrón que el de otros activos, con una subida en febrero de 2020, una caída acusada en marzo y un rebote más adelante.

"El Bitcoin está en una fase inicial y muy prometedora”

Javier Molina, portavoz de eToro para España, comenta que ante este esquema el Bitcoin, el criptoactivo más utiliza, cotiza en mercados de futuros regulados y que, al no estar correlacionado con el resto del mercado, puede “convertirse en una reserva de valor”. Desde su punto de vista, "el Bitcoin está en una fase inicial y muy prometedora” de cara al futuro.

Sin ir más lejos, Molina resalta que la capitalización de la divisa digital es del 2,5 % del valor del oro. Es decir, que si la gente confiase en ella y llegase al 10 % estaríamos “ante una gran oportunidad de inversión”, explica.

En esta crisis causada por la expansión del coronavirus, las criptomonedas se han comportado de manera similar a otros valores, con una caída fuerte en marzo y una recuperación posterior. El Bitcoin, cotizaba en el entorno de los 9.000 dólares antes de la crisis y alcanzó los 10.500 dólares en febrero, su máximo en lo que va de año, pero a mediados de marzo se desplomó hasta los 3.800, aunque más adelante repuntó hacia los 7.000. Actualmente, representa un 63,4 % del mercado total de criptomonedas.

Otros criptoactivos han tenido una evolución similar al bitcoin, con máximos a mediados de febrero y una fuerte caída un mes después. En el caso del Ethereum, el activo alcanzó los 280 dólares y luego cayó con fuerza hasta los 112, en tanto que Iota, menos capitalizada, tocó los 0,342 dólares y posteriormente bajó hasta los 0,104.

La volatilidad de estos activos hace que muchos inversores no se animen a invertir, aunque el consejero delegado de Eurocoinpay recuerda que también existen criptomonedas estables, que son activos digitales que aspiran a mantener un precio sin gran volatilidad, por ejemplo, anclándolo al del dólar estadounidense.

Un ejemplo de moneda estable sería el proyecto de Facebook, Libra, que se presentó el pasado junio con el respaldo de 27 grandes compañías, aunque posteriormente algunas retiraron su apoyo.

Molina tampoco cree que vayamos a pagar con criptomonedas, mientras que el consejero delegado de Eurocoinpay opina que podrían incluso sustituir al dinero fiduciario (el que se basa en la confianza y no está respaldado por un activo real, como el oro).

No obstante, muchos expertos tienen sus dudas sobre estos activos. El economista jefe de Allianz Global Investors, Stefan Hofrichter. defiende que, si bien sus impulsores las consideran un activo refugio, no son "seguras" por su dependencia de un algoritmo, a lo que se suma su volatilidad.

El crédito como la opción más oculta

Según explican los expertos existe otra inversión alternativa que puede actuar como paraguas ante los desplomes de las bolsas es el mercado del crédito. Y es que puede convertirse en una de las grandes sorpresas para los inversores ante una futura recuperación económica. De ahí a que ya existan inversores institucionales que se focalicen en esta posibilidad para conseguir rendimientos en medio de las turbulencias.

En opinión de Chris Iggo, director de inversiones (CIO) de AXA IM, lo que puede esperarse frente al panorama de la actualidad es que “los retornos exigidos a los bonos gubernamentales más core (es decir, de los que se emiten en países como Alemania o Estados Unidos) permanezcan bajos y estables”.

“El BCE tiene que controlar múltiples curvas de rentabilidad y es necesario que controle especialmente los spreads de los países periféricos”.

Esto es diferente para el Banco Central Europeo. A su modo de ver, “el BCE tiene que controlar múltiples curvas de rentabilidad” y es necesario que controle especialmente los spreads de los países periféricos.

Frente a este equilibrio de baja volatilidad para los mercados soberanos, la parte de la curva libre de riesgo en el sector del mercado de crédito puede “resultar atractiva para los inversores”, según Iggo. Así las cosas, con la vista puesta en el 2021, las perspectivas de rendimiento en el mercado de crédito serían “razonablemente interesantes” para invertir en el momento en el que la economía se va recuperando.

¿A qué se debe esta teoría? Especialmente, porque el analista cree que si el crédito en Estados Unidos investment grade (de alta calidad y por encima del bono basura) volviera a los niveles previos a la crisis el año que viene, en el caso de una recuperación acelerada el próximo ejercicio, “eso supondría un retorno potencial de rentabilidad desde el punto actual del 10%, un 6% en el caso del mercado europeo de crédito y de entre el 9% y el 10% en Reino Unido”.

Por tanto, comparando con otras crisis, como la del del 2008, el impacto a nivel económico sería más duro, aunque el apoyo al mercado de crédito gracias a la expansión de los déficits y las reservas de los bancos centrales es “más elevado”, por lo que puede ser “una de las grandes apuestas para el 2021”. Es decir, uno de los activos defensivos en los que invertir.

“Se producirían rebajas de calificación crediticias y suspensiones de pagos”

No obstante, este argumento caería por su propio peso si la crisis se extiende en el tiempo. Iggo expone que, ante tal situación, “se producirían rebajas de calificación crediticias y suspensiones de pagos”, que afectarían a los inversores.

Como conclusión, hay múltiples activos que sirven como refugio ante momentos de incertidumbre o crisis económicas. En este caso y según los analistas, han emergido nuevas fórmulas como las criptomonedas, aunque hay base estadística para pensar que los más tradicionales pueden funcionar.

Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital, te recomendamos que consultes con un especialista para que se ajuste a tus necesidades.