El miedo a invertir puede ser el principal obstáculo para obtener beneficios constantes. Rentabilizar el dinero es un concepto que todos los ahorradores buscan conseguir a principios de año. ¿Qué hay que tener en cuenta para no dejarse llevar por los temores y así recibir réditos sostenibles?
Las dudas de cómo se ha de mover es algo que, habitualmente, termina por dejar el capital completamente inmovilizado en la cuenta corriente. Una práctica que hace que se pierda poder adquisitivo debido al efecto de la inflación en el largo plazo.
Es fundamental invertir parte de tu dinero, según los expertos en gestión patrimonial: dejarse llevar por la incertidumbre hace que pierdas poder adquisitivo. Parte del ahorro acumulado ha de moverse siempre.
Pese a que sea probable que este año te sientas realmente nervioso con tus inversiones, ya que se observa mucha volatilidad –altas subidas y caídas – en las bolsas, no debes permitir que eso termine afectando a la estrategia de inversión que llevas a cabo con tu dinero. En otras palabras: el miedo no ha de paralizarte.
Los mercados siempre suben y bajan. Es su razón de ser y es ley de vida. Es cierto que la bolsa podría desplomarse en cualquier instante como se observó con la pandemia de la covid-19. Sin embargo, las fluctuaciones del día a día son habituales y es mejor no preocuparse por ellas. Esto no quiere decir que no haya que prestar atención a su evolución.
“También es importante no dejarse llevar por el pánico y por una evolución negativa de tus inversiones”
“Al ser inversores hay que estar plenamente informado de lo que sucede. No obstante, también es importante no dejarse llevar por el pánico y por una evolución negativa de tus inversiones”, comenta Victoria Torre, responsable de producto de Singular Bank.
La traducción de todo esto es clara: es necesario invertir para no perder capital con el transcurso del tiempo y no hay que tomar decisiones empujadas por el miedo. “Lastra la planificación financiera que te hayas trazado y puede hacerte perder, a la postre, parte del capital que has empleado”, añade Torre.
Los expertos siempre reconocen que cada vez que veas tu cartera y notes que el valor de los activos por los que has apostado ha cambiado, generará un impacto emocional importante que hay que ser capaz de evitar.
En ocasiones, porque te puedes sentir emocionado por el estado de su cartera. Por ejemplo, si estás en números verdes con altas rentabilidades puedes caer en el error de querer comprar más, lo cual puede llevarte a entrar en pérdidas en breve.
“Hay que analizar todo con mesura y no perder la cabeza”, reconoce Rafael Ojeda, analista Macro de Fortage Funds. Lo mismo sucede cuando el entorno se torna adverso. Muchos inversores deciden vender cuando todo está cayendo, lo cual no da ningún tipo de margen a la recuperación.
“De forma general, esto es una mala práctica: dejarse llevar por los impulsos sin llevar un método concreto puede terminar lastrando tus finanzas personales”, concreta Ojeda.
“No hay que tomar decisiones de inversión cuando tu cabeza esté nublada por las emociones”
Históricamente, son unos de los errores más importantes que la gente puede cometer. “No hay que tomar decisiones de inversión cuando tu cabeza esté nublada por las emociones”, recomienda José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.
“Es mejor que tu actuación sea de forma deliberada, en lugar de reaccionar al comportamiento que está teniendo tu cartera”, agrega.
De ahí a que sea primordial ajustarse a un método de inversiones. “Fija un límite de lo que estás dispuesto a perder y síguelo a rajatabla… Con las ganancias, lo mismo: se trata de evitar que te guíes por impulsos y sí lo hagas por una estrategia analítica y razonable”, cuenta Cárpatos.
Es interesante que no nos quedemos observando cómo oscilan las inversiones, ya que nos pueden empujar a cometer errores. “Tampoco es aconsejable que observes el dinero destinado a la inversión del que dispones, a menos que tengas una idea clara de lo que quieres hacer”, asegura Torre.
Se trata de decidir qué cambios se necesitan acometer y solo entonces abrir la cartera. “No es una buena idea observar cómo cotizan tus posiciones para luego decidir qué se hace”, expone José Luis Herrera, analista independiente.
Al final, invertir no es más que un juego de largo plazo. Muchas personas tienen metas de inversión para ahorrar para la entrada de un piso, para generar un colchón sólido, o para su jubilación.
“Por tanto, si planeas usar el dinero que has invertido dentro de unos años, los mercados volátiles no deberían tener mucha importancia para esas metas de largo plazo”, opina Ojeda. La importancia de “comprar y mantener” para que el capital siga trabajando y se generen rendimientos por el poder el interés compuesto es fundamental.
Siguiendo esta dinámica podremos seguir manteniendo las inversiones a largo plazo, para cumplir tus metas planteadas, sin necesidad de entrar en pánico todos los días ni deprimirse por los inevitables cambios que hace el mercado habitualmente.
De este modo, ¿por qué es importante la psicología? Según apunta Rodrigo García, analista de XTB, en la práctica, en el mundo de la inversión, una psicología bien trabajada implica tener disciplina, con lo cual son dos conceptos estrechamente relacionados.
“La psicología no es suficiente para invertir bien en bolsa, pero desde luego, es un requisito totalmente imprescindible”, analiza. Asimismo, Sara Carbonell, directora general de CMC Markets, considera que la psicología para invertir es importante porque hay que saber respetar los stop loss.
“La base de una inversión consiste en saber si haces una correcta gestión monetaria”, relata. Dicho de otro modo, que en todas tus posiciones haya un stop loss y un objetivo de beneficio (take profit), y que la posible ganancia sea superior a la posible pérdida, más ratio rentabilidad/riesgo.
La analista añade que, si haces eso correctamente, para lo cual se necesita mucha psicología y no dejarse guiar por sentimientos, aun perdiendo en muchas posiciones, el neto podría ser positivo.
“De hecho, nosotros hacemos un estudio de 15 posiciones donde pierden 10 y solo se ganan 5, pero como la gestión monetaria es correcta al final “el neto global es positivo y se gana dinero con toda la estrategia”, ahonda.
Así la pregunta es clara: ¿Por qué no hay que dejarse guiar por las emociones? Carbonell apunta que por ejemplo cuando quieres entrar en un valor, porque crees que va a subir por tus impulsos hay que tener la mente fría y tener en cuenta muchos factores.
“En ese supuesto puede darse que desde un punto de vista estricto del mercado no sea el momento de entrar, porque el gráfico no lo justifique, o porque no se ajuste a un fair value”, aborda.
Por eso es tan importante no dejarse llevar por las emociones. “Con una buena psicología de la mano de una buena gestión monetaria tus inversiones pueden salir bien”, señala Cárpatos.
Pero hay factores más importantes. Y es que antes de lanzarnos con todo a la piscina, lo mejor será practicar con cantidades pequeñas. Será la mejor manera de sortear el miedo y poder tener la capacidad de generar beneficios constantes.
“Lo mejor será empezar con poco e ir haciendo aportaciones regulares”
“Si tenemos ahorrada una cantidad de dinero considerable y hemos descubierto que la inversión es el lugar en el que queremos canalizarla, lo mejor será empezar con poco e ir haciendo aportaciones regulares”, dice Cárpatos.
Así, si consideramos que esos activos en los que hemos invertido se ajustan a nuestras expectativas y nos sentimos cómodos con ellos, "podremos incrementar el peso de nuestro dinero en los mismos. De lo contrario, no habremos perdido parte de nuestro patrimonio en ellos”, indica Ojeda.
“Quien invierta en acciones no debería estar demasiado preocupado por las erráticas fluctuaciones en los precios del valor, puesto que a corto plazo el mercado de acciones se comporta como una máquina de vapor, pero a largo plazo actúa como una báscula”.
Es otra de las grandes frases de Benjamin Graham, el autor del libro que recomienda leer Warren Buffett y que se centra en esa inversión paulatina para evitar riesgos.
De hecho, en muchas ocasiones, el desconocimiento hace que quienes se inician en la inversión en bolsa quieran obtener grandes rentabilidades en apenas unos meses. Si se mira más allá, en el largo plazo, es posible conseguir esos beneficios si se lleva a cabo una estrategia adecuada.
La duda es si establecemos un horizonte temporal de 20 años: ¿deberíamos asustarnos si nuestra cartera sufre una caída durante unos meses? “Esta filosofía del largo plazo es, sin duda, la mejor estrategia para superar los miedos y también para cosechar rendimientos positivos”, resalta Herrera. “Eso y, sobre todo, tener mucha paciencia”, exalta.
Muchas veces los ruidos de nuestro alrededor enturbian las decisiones de inversión óptimas que se han de acometer. “He oído que esta empresa está en racha y que va a subir, va a subir” o “esta compañía está baratísima y es momento de entrar porque tiene mucho potencial”.
Esas y otras frases son las que a partir de ahora les empezaremos a ver sentido, ya que es cuando ha entrado en nuestro estómago el gusanillo de la inversión.
Por el contrario, no siempre es conveniente fiarse de los comentarios que escuchemos, ya que al final, lo que nos estamos jugando es nuestro propio dinero. “Es muy importante estudiar y analizar de primera mano las empresas en las que queramos invertir”, aporta Torre.
Resulta interesante, siguiendo este esquema, elegir compañías con márgenes sólidos y cuyo negocio sea sostenible en el tiempo. También, no apostar por esas compañías muy endeudadas, puesto que es nos den algún susto.
Por eso, ya sea para los más experimentados como para los principiantes, se recomienda la diversificación. Es una manera de hacer que el miedo no haga que no generemos beneficios constantes. Esto se resume en el concepto de no poner todos los huevos en la misma cesta.
Es uno de los principios básicos en el mundo de la inversión y la mejor estrategia para compensar pérdidas en caso de que se produzcan.
“De este modo, si diversificamos e invertimos en diferentes compañías pertenecientes a sectores y lugares diversos tendremos más posibilidades de compensar la volatilidad y podremos superar más fácilmente el miedo a invertir”, dice Ojeda.
Por último, aunque hay quienes piensan que invertir en bolsa es como ganar un premio en la lotería, lo cierto es que no es fácil. Por lo menos no lo es si lo que se pretende es ganar dinero.
Para ello, antes de invertir lo primero será aprender y saber cómo funcionan los mercados. ¿Cómo se puede hacer? Siempre se podrá estudiar por nuestra cuenta o también aprender a través de la lectura.
Uno de los libros más recomendados (y que recomida Warren Buffett) es, por ejemplo, El inversor inteligente, de Benjamin Graham.
Una vez que seamos conscientes de que las bolsas tendrán comportamientos dispares y que no nos tendremos que dejar llevar solo por el precio al que esté una acción, podremos pasar a valorar compañías e informarnos sobre ellas.
Como ya ha dicho en alguna ocasión Peter Lynch, una leyenda en el mundo de la inversión en Estados Unidos, “no debes comprar una acción porque esté barata, sino porque sabes mucho sobre ella”.
Como conclusión no dejarse llevar por el miedo al invertir para obtener beneficios constantes requiere de un método y de prácticas que provoquen una mayor seguridad al mover el dinero. De ahí a lo fundamental de la información y la formación, o de saber tener la menta fría.
Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital consulta con un especialista para que te asesore conforme a tus necesidades.