Como autónomo, cada trimestre tienes la obligación de declarar el IVA, salvo que estés exento de ello por ley. En la mayoría de los casos, los trabajadores por cuenta propia sí tienen que rellenar el modelo 303.
Para ellos, es algo normal y rutinario, lo que no significa que a la hora de completar el formulario puedan cometerse errores, algo que conviene evitar.
Son muchos los autónomos que prefieren delegar este tipo de trámites en una gestoría, aunque siempre es recomendable estar al tanto de cuál es el procedimiento.
No en vano, si el gestor comete una equivocación con el IVA, el responsable que debe asumirlo es el propio trabajador. Estos son los errores más frecuentes al hacer la trimestral del IVA.
El pago al trimestre del IVA, es solo una de las muchas gestiones que deben realizar los autónomos. Por lo tanto, es bastante común equivocarse con los plazos, generalmente porque nos olvidamos del trámite o porque lo confundimos con otro.
El problema de esta confusión, es que conlleva una sanción del 5% del IVA pendiente de liquidar.
En referencia a cuándo se paga el trimestre de IVA, los plazos para presentar la declaración son los siguientes:
Para que no pasemos estos plazos por alto, lo mejor es apuntarlos en una agenda o poner una alarma en nuestro teléfono móvil unos días antes de que comience cada plazo legal.
De este modo, contaremos con el tiempo suficiente para que no se nos pase la gestión.
Es bastante común confundir el tipo del 10% con el 21%, motivo por el que Hacienda pueden sancionarte, además de reclamar la parte no declarada.
Esto, además, pasa mucho con los autónomos que ejercen más de una actividad, y se equivocan al desglosar el tipo de IVA y la base imponible.
Al presentar el IVA cada trimestre, recuerda que los tipos son los siguientes:
Para evitar equivocarse con el tipo a deducir, busca cuál es el que le corresponde específicamente a tus productos y servicios antes de rellenar el modelo 303 para declarar el IVA al trimestre.
Sin duda una de las consultas que más realizan los autónomos en relación con la declaración trimestral del IVA. Los trabajadores por cuenta propia, pueden deducirse el IVA que hayan abonado por productos o servicios necesarios para la realización de su trabajo.
Por ejemplo, si eres comercial y necesitas desplazarte con el coche habitualmente para poder ejercer tu trabajo, tienes derecho a deducir el gasto de gasolina.
Entre los errores que más se cometen se encuentra el no guardar los tiques y facturas correspondientes al gasto, o deducir algunos que no correspondan.
Para evitar el primero, hazte con una carpeta destinada exclusivamente a guardar todos tus recibos, o hazles una foto y para adjuntarlos de forma digitalizada.
Para no cometer el segundo, ten en cuenta que Hacienda solo admite la deducción de gastos 100% afectos a la actividad del autónomo. En el caso, por ejemplo, de la gasolina, puedes deducirte la parte destinada a ir a trabajar, pero no la que gastes en tu tiempo libre.
Mucho cuidado con incluir facturas de un trimestre en otro no correspondiente. Es un error, y conlleva una sanción (no olvides que Hacienda dispone de un plazo de 4 años para revisar tus declaraciones trimestrales de IVA).
Se trata de algo muy común, ya que muchos autónomos cometen el error de presentar, por ejemplo, en el segundo trimestre, una factura generada a principios de julio. No obstante, en este caso deberían presentarse solo las de los meses de abril, mayo y junio.
Para evitar este error, la solución es tan sencilla como guardar las facturas clasificándolas por trimestres, de modo que una del tercer trimestre no se nos cuele en el segundo.
Aunque parezca algo sencillo, ten mucho cuidado a cuando rellenar el modelo 303, ya que es bastante probable que el Fisco la revise con detalle en busca de errores que puedan suponer una multa.
No son pocos los trabajadores por cuenta ajena que dudan sobre si se puede pedir la devolución del IVA en cualquier trimestre. La respuesta es no, ya que esta debe pedirse en el último trimestre del año, para deducir el importe total de todos.
Sin embargo, es habitual presentar la última declaración del año y olvidarse de pedir la devolución. En otras palabras, esto es lo mismo que regalarle dinero a Hacienda.
A fin de cuentas, el objetivo de las deducciones de IVA es ahorrarnos su importe cuando paguemos por productos o servicios necesarios para desarrollar nuestra actividad.
Si resulta que los deducimos en la declaración trimestral, pero luego no pedimos la devolución, no obtenemos ningún tipo de beneficio con esta gestión.
Para evitar que esto suceda, te aconsejamos que apuntes en un papel, o en tu agenda, los pasos a seguir en cada una de las declaraciones de IVA al trimestre que realices.
Una vez hecha la lista, presenta el modelo 303 a la par que vas tachando todas las cuestiones, para asegurarte de que no te dejas nada en el tintero. Si delegas todo esto en una gestoría, no dejes de revisar todos los justificantes que esta te envía.
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