Contenido
No es nada raro tener que experimentar una gran presión financiera durante los primeros estadios de un emprendimiento. Ahora bien, todo tiene un límite y es importante ver cuándo lo hemos rebasado. Y de ahí a la pregunta: ¿cómo saber si mi empresa está en quiebra?
Si son situaciones esporádicas o pasajeras y la empresa tiene un músculo financiero suficientemente potente como para gestionar todas esas adversidades, posteriormente la compañía saldrá reforzada.
Hay muchas situaciones y todavía más casuísticas. ¿Cómo identificar las señales que apuntan a una quiebra con antelación? Te damos algunos consejos y soluciones para frenar la quiebra a tiempo y reconducir el negocio.
Una empresa puede pasar por momentos de crisis, pero eso no tiene por qué suponer una quiebra. La quiebra de cualquier negocio es una situación que tiene lugar tras meses de dificultades, en concreto, en el momento en el que colapsan las cuentas.
La mejor expresión de una quiebra es la existencia de un patrimonio neto negativo. Es decir, cuando la diferencia entre el activo y el pasivo de una empresa resulta en una cifra negativa, la empresa se enfrenta a una quiebra técnica. Todo ello se refleja anualmente en el balance de situación.
Pero existen muchas situaciones complicadas en las que una compañía se enfrenta a una crisis que no implica una quiebra. Por eso, hay que distinguir entre una crisis de liquidez y una crisis de solvencia.
En ambos casos, el negocio presenta una incapacidad manifiesta para responder por sus deudas y obligaciones. Pero en el primero, la crisis de liquidez provoca una suspensión de pagos que se puede reconducir a través de la reorganización o reestructuración de la deuda.
En el segundo caso, una crisis de solvencia es el anuncio de la quiebra técnica y el preludio del cierre de actividad. Por lo tanto, tu empresa solo está en quiebra si, en efecto, no tiene capacidad ni presente ni futura para responder de sus obligaciones.
Existen algunos hechos y características que evidencian que una quiebra está cerca o apunto de producirse, entre ellos:
Se trata de uno de los primeros síntomas que pueden conducir a una quiebra. La disminución continua de las ventas normalmente hace estragos en las cuentas de la empresa.
Una reducción de ventas persistente y sostenida en el tiempo posiblemente conduzca a una quiebra. Por eso, se trata de una de las primeras señales ante las que se puede reaccionar.
Los gastos de una empresa pueden superar a los ingresos en un determinado momento. Por ejemplo, los primeros años porque la previsión de gastos iniciales es lo suficientemente potente como para superar unos ingresos que, además, se espera que se incrementen según avanza la madurez del negocio.
Es decir, la planificación financiera empresarial apunta a un aumento progresivo de los ingresos que acabarán superando los gastos en un periodo determinado. Pero más allá de este tipo de escenarios controlados, los desajustes entre ingresos y gastos son peligrosos.
Unos gastos superiores a los ingresos de manera repetida a lo largo de varios ejercicios contables van engordando las deudas hasta hacer la situación insostenible.
Todas las empresas pasan por momentos complicados, con una caída de ventas u otras situaciones difíciles que, si son cortas en el tiempo, se pueden superar con el adecuado colchón financiero.
Por eso, siempre es recomendable tener opciones y estrategias salvavidas que prevean la caída o inexistencia de ventas a lo largo de al menos 3 meses consecutivos. Si no tienes ese colchón, ante una situación complicada la quiebra estará más cerca.
La mala reputación de tu empresa o marca es uno de los indicadores más claros de quiebra, siempre que vaya unida a una disminución de las ventas y los ingresos. En última instancia, tus ventas no podrán aumentar si nadie confía en tu producto.
Ya sea por mala reputación, falta de productos innovadores que encajen en el mercado o caída de las ventas por cualquier otra circunstancia achacable o no a tu negocio, si tu empresa es incapaz de generar ingresos ahora mismo y se prevé que no pueda hacerlo próximamente, los síntomas de quiebra también son evidentes.
Dados todos los síntomas anteriores, evitar una quiebra es una tarea complicada pero posible si detectas el deterioro a tiempo. En concreto:
Gestionar adecuadamente los flujos dinerarios de la empresa, puede evitarte algún que otro susto y la entrada en suspensión de pagos.
Aunque no se trata de una quiebra, es una situación compleja que deberías evitar por todos los medios. Dejar de responder de tus obligaciones nunca es una buena idea, pues afecta a tu reputación y te sitúa en una posición complicada.
Por eso, es importante que conozcas las operaciones bancarias que se producen, así como la gestión de inventarios, facturación, cobros de clientes y que tengas una previsión clara de ingresos y gastos que te permitan llevar un buen control.
Revisa los precios y auméntalos si crees que existe margen, ajusta costes de producción y negocia precios con proveedores. Además, puedes trabajar en diversificar tu cartera de clientes para incrementar las ventas.
En caso de que tu empresa esté dando los primeros síntomas de quiebra, es importante que realices un plan de viabilidad factible que mejore la situación en un plazo corto.
La reducción de costes es uno de los puntos clave, a través de renegociación con proveedores, aumento de precios y recorte de todas esas partidas que no resulten necesarias para la marcha del negocio.
La clave de una quiebra no solo está en la mala gestión financiero y en el aumento desproporcionado de gastos y obligaciones financieras. La clave está sobre todo en la incapacidad de la empresa para generar ingresos crecientes y sostenibles en el tiempo.
Por eso, uno de los consejos más valiosos para evitar la quiebra es mantener una empresa financieramente saludable, que pueda recurrir a la deuda porque tenga una capacidad de generar ingresos mucho más amplia que su margen de endeudamiento.
Para eso, la innovación y la estrategia empresarial deben tratarse siempre como una hoja de ruta que permita seguir creciendo y aumentando la cartera de clientes.
Sobre todo al principio, es normal que puedas tener ciertos inconvenientes a la hora de gestionar bien los ingresos y gastos de tu empresa. En Yoigo Negocios te damos todas las claves para que tu compañía logre todos sus objetivos. Visita nuestra web o llama al 900 622 500 y te ayudamos en todo lo que necesites.